“Escritores de ‘bajo presupuesto’ al servicio de productores de ‘alto presupuesto’ .Eso es la telenovela hoy”. Denuncia el escritor Humberto “Kiko” Olivieri.

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Humberto «Kiko» Olivieri

Reconocido escritor, guionista y productor venezolano dedicado al género de las telenovelas. Creador de historias como El rostro de Analia, La Tormenta, La Traidora, La Venganza y Maria Fernanda, entre otras. Adaptador de sus telenovelas que realizo en la década de los 70 para RCTV, Venevision y Marte Televisión en Venezule, para Caracol Televisión de Colombia y más recientemente para las cadenas Telemundo y Televisa, manifestó en esta entrevista concedida a TVMAS estar decepcionado con el rumbo que ha tomado este género debido a las políticas de la industria actualmente.

“El futuro de los contenidos, gracias a un tratado de libre comercio, es un tema de mercado y de ingresos de los empresarios que se dedican a la producción de este género. Y saben sacar el mejor provecho posible en lo económico, pero conceptualmente, el género de la telenovela poco a poco se ha ido convirtiendo en un producto solamente. Es más bonito, producido con mejor tecnología y mayores recursos económicos, pero ha perdido encanto, profesionalismo, especialización, calidad argumental y variedad temática”.

Estos argumentos fueron sostenidos por el escritor cuando participó como conferencista de la V Cumbre Mundial de la Industria de la Telenovela y Series de Ficción, celebrada en Barcelona, España, en 2007 y Olivieri asegura que, desde entonces, la situación ha ido en deterioro del elemento artístico: “Desde el mismo libreto, que en un alto porcentaje son adaptaciones de obras que tuvieron éxito en algún momento y que hoy, en manos de libretistas de bajo presupuesto pero sin conocimientos de narrativa, al servicio de productores de contenido de alto presupuesto, se han convertido en una sucesión de repeticiones de escenas aburridas que ya no conmueven a nadie y se afincan en los sentimientos más bajos de los espectadores”.

El escritor radicado hoy en Barcelona opina que “de allí el incremento de los temas ligados a la delincuencia, narcotráfico, prostitución y otras estampas lamentables de nuestra decadente sociedad. Las telenovelas se parecían más a los sueños, a las aspiraciones románticas y sentimentales de la gente. Ahora, reflejan violencia, vanidad, superficialidad y estupidez.

«La telenovela, que debería parecerse cada día más a la literatura y aspirar a algún día parecerse a la buena literatura, hoy por hoy parece inspirada en las páginas rojas de los peores diarios”.“Solo Televisa y en parte Azteca, de México, consideran a la telenovela un espectáculo para toda la familia, por lo que a una madre o a un padre, no le da vergüenza que sus hijos compartan un rato en familia frente al televisor. La industria se ha volcado sobre el público y ha invadido la privacidad del hogar y el respeto que ello merece, aprovechando esa vena morbosa que todos tenemos en poca o gran medida, para explotar los peores aspectos del ser humano, manteniendo a la audiencia sorprendida en medio de los cortes comerciales. La competencia entre canales en los diferentes países utiliza la mente de jóvenes, niños y toda clase de personas como campo de batalla, sin importar ni horarios ni contenidos», destacó.

“Sumado esto, a los pocos actores formados que hay en la industria y a la cadena infinita de malos directores y productores que son más administradores de dinero que otra cosa, el género se ha convertido en una vitrina procaz y de mal gusto, carente de elementos artísticos, con la excepción quizás de la fotografía en algunos casos o de la dirección de arte que, a fuerza de dólares, puede ponerse en pantalla”, denunció el escritor.

La postura de Olivieri frente al género es que “la industria la ha convertido en una simple máquina de producir dinero y la mayoría de las veces de manera irresponsable”, concluyó.

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